Salud y Estilo de Vida

Millones de personas en todo el mundo disfrutan bebiendo una buena taza de café. Por este mopivo, el café es uno de los componentes de nuestra dieta sobre los que más se ha investigado. Continuamente se añaden nuevos estudios al ya de por sí extenso cuerpo de investigaciones científicas disponibles. En conjunto, dichas investigaciones establecen que un consumo moderado de café (de 3 a 5 tazas diarias) encaja perfectamente en una dieta equilibrada y con estilo de vida saludable.

Se ha llegado a esta conclusión tras analizar los numerosos estudios que han analizado la relación entre el café y el rendimiento físico y mental, así como con diferentes aspectos de la salud humana. Cada uno de estas cuestiones se analiza en profundidad en los distintos apartados de esta web. A continuación se resumen los principales datos al respecto de la relación entre el café y diferentes aspectos de la salud, pudiendo accederse a las secciones correspondientes de la web donde se ofrece información detallada.

 

EL CAFÉ Y EL CEREBRO

En muchos estudios se ha analizado el efecto del café sobre el cerebro y sus funciones. Estos efectos se relacionan fundamentalmente con la acción de la cafeína, uno de los principales componentes de café. A continuación se destacan las principales conclusiones a las que se ha llegado:

Café y Rendimiento Cognitivo

La cafeína presente en el café es un suave estimulante del sistema nervioso central. Diversos estudios han demostrado que, dependiendo de la cantidad ingerida, la cafeína mejora el rendimiento cognitivo, en especial en lo que se refiere a niveles de alerta, atención y concentración.

  • La Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) concluyó que hay una relación causa-efecto entre el consumo de 75mg de cafeína (la cantidad contenido en una taza de café normal) y la mejora de los niveles de alerta y atención (1).
  • La cafeína mejora la capacidad de mantenerse despierto en situaciones de alerta reducida o falta de sueño, como por ejemplo, al conducir durante la noche (2,3), trabajando en un turno de noche (4), cuando se tiene un catarro (5) o en el periodo de somnolencia posterior a las comidas (6).
  • En un estudio realizado sobre una muestra de personas menores de 40 años, se concluyó que la cafeína, o el café, mejoran el rendimiento de personas que sufren jet lag  o problemas de sueño debido al trabajo por turnos (7).
  • En algunos estudios se ha demostrado que la cafeína mejora la capacidad de memoria, en especial durante la realización de tareas repetitivas y aburridas. Sin embargo, si la cantidad consumida es excesiva puede reducir dicha capacidad de memorización debido a una sobre estimulación (8).

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Café y Sueño

Los efectos estimulantes de la cafeína pueden afectar al patrón de sueño de las personas, y las evidencias apuntan hacia la existencia de una relación entre la ingesta diaria de cafeína y la calidad del sueño o la somnolencia diurna (9). Sin embargo, la sensibilidad a la cafeína varía mucho de un individuo a otro, y la adaptación del nivel de consumo de cafeína en función de dicha sensibilidad ayuda a mejorar el patrón de sueño. La reducción del consumo de cafeína a última hora del día puede ayudar a mejorar la calidad del sueño.

  • Los efectos de la cafeína tienden a ser menos pronunciados entre los consumidores habituales de café (con cafeína) por comparación con lo que ocurre en consumidores ocasionales o no bebedores de café. Además, la edad (10,11) y la genética (12,13,14) tienen también una cierta influencia.
  • Las investigaciones realizadas han demostrado que la abstinencia del consumo de café durante un día completo puede ayudar a mejorar la calidad del sueño (15).
  • La reducción del consumo de cafeína a última hora del día puede ayudar a mejorar la calidad del sueño.

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Cafeína y Dependencia

Las evidencias científicas han demostrado que la cafeína no genera dependencia, y así lo confirma también la Organización Mundial de la Salud (OMS). Si se interrumpe de manera abrupta el consumo de cafeína por parte de un consumidor habitual de esta sustancia, puede llegar a sufrir algunos síntomas de síndrome de abstinencia pero suelen ser leves y desaparecen rápidamente.

  • Para muchas personas, el consumo continuado de café se ha convertido en un hábito, pero un hábito no es lo mismo que una adicción. La OMS ha declarado que no hay evidencias que sugieran que el consumo de cafeína tenga consecuencias físicas y sociales comparables a las generadas por una adicción (16).
  • La tecnología de mapeado cerebral demuestra que la cafeína no afecta al circuito cerebral de la dependencia (17).
  • En línea con investigaciones anteriores sobre la interrupción del consumo de cafeína, la Asociación Americana de Psiquiatría ha definido recientemente el síndrome de abstinencia de la cafeína como el resultado de la reducción drástica o la interrupción repentina del consumo de cafeína después de un consumo diario continuado en el tiempo (18).
  • Los síntomas de este síndrome de abstinencia de la cafeína (dolor de cabeza, nivel de alerta bajo, somnolencia) pueden evitarse por completo si la ingesta de cafeína se reduce progresivamente (19).

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Café y Enfermedades Neurodegenerativas

En estudios recientes se sugiere que el consumo habitual de café puede ayudar a preservar las capacidades cognitivas en personas mayores, especialmente en las mujeres. También se están investigando los efectos del café sobre enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer y el Parkinson.

  • El consumo habitual de café a lo largo de toda la vida puede ralentizar el declive cognitivo relacionado con el envejecimiento, especialmente en mujeres. Este efecto protector aumenta con la edad (20,21,22,23).
  • La mayoría de los estudios realizados con humanos sugieren que el consumo habitual de café durante toda una vida reduce el riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer. En un meta-análisis se ha establecido que el riesgo de padecer Alzheimer disminuye en un 17-20% con el consumo de café (20).
  • Las investigaciones sugieren igualmente que los bebedores de café tienen menor riesgo de sufrir la enfermedad de Parkinson que los no consumidores (24,25). El riesgo disminuye a medida que aumenta la ingesta de cafeína (26).

Se sigue investigando para determinar qué compuestos de los presentes en el café son los responsables de estos efectos sobre la función neurológica. Es probable que la cafeína juegue un papel importante, pero también pueden influir otros componentes del café con capacidad antiinflamatoria, antioxidante o neuroprotectora. En cualquier caso, en lo que se refiere a la enfermedad de Parkinson, los estudios sugieren que la capacidad protectora del café frente a este mal podría deberse fundamentalmente a la cafeína (27,28).

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EL CAFÉ Y EL RENDIMIENTO FÍSICO

En una serie de estudios científicos se han analizado los efectos de café sobre el rendimiento físico. Dichos efectos se relacionan fundamentalmente con la acción de la cafeína, más que con el café en sí mismo. A continuación se destacan las conclusiones principales de dichos estudios, disponiéndose de información adicional en la sección Rendimiento Físico y Deportivo de esta web.

Café y Rendimiento Deportivo

Los efectos del consumo de café sobre el rendimiento deportivo se vinculan fundamentalmente a la cafeína. La cafeína tiene un efecto ergogénico, lo que mejora la capacidad de esfuerzo y ejercicio, probablemente a través de un mecanismo de actuación que incrementa la secreción de adrenalina y el flujo sanguíneo del corazón a los músculos.

  • La EFSA ha confirmado la existencia de una relación causa efecto entre la ingesta de cafeína y la mejora de la resistencia física (29).
  • Los efectos son más evidentes en deportes de resistencia (aeróbicos) como correr, el remo o el ciclismo. En estos deportes, los estudios demuestran que los individuos que consumen cantidades moderadas de cafeína antes y/o durante la realización de una prueba contrarreloj (distancia fija) registran menores tiempos (30).
  • También se han analizado los efectos de la cafeína en ejercicios de alta intensidad (anaeróbicos) con resultados diversos. Hay evidencias de algunos efectos positivos en ciertos grupos de análisis, como es el caso de atletas bien entrenados participando en deportes de equipo y deportes de potencia (31) pero, en general, las evidencias son menos concluyentes que en deportes aeróbicos.

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Café y Equilibrio Hídrico

Según las últimas investigaciones realizadas, beber café no produce deshidratación. Los estudios sobre los efectos del café, y de la cafeína, sobre el equilibrio hídrico del cuerpo han analizado dichos efectos tanto en reposo como durante la realización de ejercicio físico.

  • Dichos estudios han demostrado que un consumo de cafeína equivalente al contenido en hasta 5 tazas de café normales no provoca deshidratación (32).

 

  • La cafeína puede producir un leve efecto diurético a corto plazo pero no es suficientemente fuerte como para neutralizar los efectos beneficiosos que el consumo de café tiene al ser un líquido (32).
  • Las investigaciones apuntan a que un consumo moderado de café no altera ni el volumen total de agua en el cuerpo ni su distribución (33), y el consumo de cualquier tipo de bebidas con cafeína puede ayudar a cubrir las necesidades de consumo de líquidos que el cuerpo tiene (34). El café solo, por ejemplo, contiene más de un 95% de agua.
  • Durante la realización de ejercicio físico, el consumo moderado de cafeína es beneficioso en términos de resistencia y no produce deshidratación (35,36).
  • De acuerdo con el conjunto de evidencias científicas disponibles, aconsejar no consumir café para mantener el equilibrio hídrico del cuerpo no tiene sentido.

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EL CAFÉ Y LAS ENFERMEDADES NO CONTAGIOSAS

Se han realizado innumerables investigaciones sobre la relación entre el consumo de café y una serie de problemas de salud. A continuación se resume la información científica disponible para distintos problemas de salud, pudiendo obtenerse información adicional más detallada en las secciones correspondientes incluidas en esta web.

Diabetes Tipo 2

Los estudios realizados sobre diversas poblaciones han demostrado la existencia de una relación estadísticamente significativa entre el consumo moderado de café y la reducción del riesgo de desarrollar diabetes tipo 2.

  • Dichas evidencias sugieren que el consumo de 3-4 tazas de café al día está relacionado con una reducción de alrededor del 25% en el riesgo de sufrir diabetes tipo 2, por comparación con el riesgo asociado a personas que no consumen café o consumen menos de 2 tazas (37,8).
  • Además, en un meta-análisis basado en una revisión sistemática de estudios científicos se observó una reducción adicional de riesgo de un 5-10% para cada taza adicional de café consumida al día hasta un máximo de 6-8 tazas (37).
  • En otros seis estudios epidemiológicos posteriores se ha confirmado la relación inversa entre consumo de café y diabetes tipo 2, y en población diversas (39,40,41,42,43,44).
  • Hasta el momento no contamos con un mecanismo explicativo adecuado para dicha relación. Los hallazgos disponibles sugieren que es poco probable que la cafeína sea la responsable de esta relación, ya que los experimentos realizados con café descafeinado han arrojado resultados similares (40,41,42).

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Café y Salud Cardiovascular

Las evidencias científicas disponibles sugieren que el consumo moderado y habitual de café no tiene efectos negativos sobre la salud cardiovascular.

  • Las últimas evidencias apuntan a una ausencia de relación entre el consumo moderado de café y las enfermedades coronarias (45).
  • Incluso podría haber, en el caso de las mujeres, una pequeña relación inversa entre el consumo de café y el riesgo de sufrir un ictus  (46).
  • Un estudio reciente (47) sugiere que el consumo de café y té tiene relación inversa con la mortalidad general, estableciendo un importante grado de protección para las personas que bebían más de 4 tazas diarias.

También se ha investigado exhaustivamente sobre la relación entre el consumo de café y ciertos factores clave de riesgo cardiovascular:

  • Presión arterial: la mayor parte de las evidencias científicas sugieren que un consumo continuado de café (con cafeína) no tiene prácticamente efecto alguno sobre la presión arterial (2/1 mmHg) y no aumenta el riesgo de hipertensión (48).
  • Colesterol: el café puede influir sobre los niveles de colesterol, pero solo al prepararlo de determinadas formas. El cafestol y el kahweol son dos compuestos presentes en el café que aumentan el nivel de colesterol, pero no pasan a la taza si se prepara con filtro de papel. Sí lo harán si la preparación del café es hirviéndolo o con cafetera de émbolo (49,50). El café soluble no contiene prácticamente cantidad alguna de estos compuestos.

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Cáncer

Muchos de los estudios realizados hasta la fecha han analizado la posibilidad de que el consumo de café aumente el riesgo de desarrollar cáncer. Las evidencias científicas disponibles indican que el consumo moderado de café no tiene relación alguna con un aumento en el riesgo de sufrir cáncer (51,52) o de morir debido a un cáncer (52).

En 2016, la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) publicó su revisión científica actualizada al respecto de café y cáncer (52). La IARC clasificó al café en el Grupo 3 de agentes “no clasificables como carcinogénicos para los humanos”. Esto significa que, en un importante conjunto de estudios científicos, no se ha establecido relación entre el consumo de café y el cáncer.

Esta revisión, publicada en la revista “The Lancet Oncology”, concluyó que las evidencias científicas que sugerían una relación entre el consumo de café y el cáncer de vejiga, boca, faringe, pulmón, laringe, ovarios, estómago, esófago, riñones, colorrectal, o con la leucemia infantil, eran inadecuadas. La IARC también afirmó que los datos disponibles sugieren que no hay relación entre consumo de café y un mayor riesgo de sufrir cáncer de páncreas, pecho o próstata. Finalmente, la IARC concluyó que el consumo de café podría incluso tener una relación con un menor riesgo de desarrollar cáncer de hígado o endometrio.

Se han publicado numerosos estudios analizando la relación entre consumo de café y diferentes tipos de cáncer. A continuación se resumen las principales conclusiones:

  • Beber café no tiene relación con un mayor riesgo de desarrollar cáncer de estómago (53-55), páncreas (56,57), colon (58,59), riñón (60), próstata (61,62), pecho (63,64) o piel (65,66).
  • Las investigaciones científicas sugieren que el consumo de café puede estar relacionado con una disminución en el riesgo de sufrir cáncer de hígado (67,68) y endometrio (69,70).

Aunque estudios antiguos llegaron a sugerir que podía haber una relación entre el consumo de café y los cánceres de vejiga (71) y pulmón (72), una revisión científica internacional realizada en 2016, en la que se incluyeron los últimos estudios e investigaciones disponibles, concluyó que las evidencias que sugerían una relación entre consumo de café y cáncer de vejiga no son adecuadas, siendo mucho más relevantes factores relacionados con el estilo de vida como el consumo de tabaco (52).

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EL CAFÉ Y EL APARATO DIGESTIVO

Café y Función Gastrointestinal

Muchos de los problemas que sufre el tracto gastrointestinal se deben a los alimentos y bebidas que ingerimos. No existe sin embargo evidencia alguna de que beber café tenga una relación directa con un mayor riesgo de sufrir alguno de estos problemas gastrointestinales.

  • Diversos estudios han demostrado la ausencia de relación entre el consumo de café y la dispepsia (problemas estomacales) (73,74,75).
  • Además, las investigaciones científicas sugieren que no hay relación entre el consumo de café y los cuatro principales problemas gastrointestinales de naturaleza ácida: úlceras gástricas, úlceras duodenales, reflujo esofágico y la enfermedad por reflujo no erosivo (76).
  • En un meta-análisis realizado recientemente no se detectaron evidencias de que el café afecte al reflujo gastroesofágico, o agrave sus síntomas (77).

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Cálculos Biliares

Desde 2002 no se han publicado muchos estudios sobre café y cálculos biliares. Sin embargo, los datos agregados de los estudios disponibles sugieren que el consumo de café podría tener relación con un menor riesgo de sufrir piedras en la vesícula o litiasis biliar.

  • En tres grandes estudios realizados se sugiere que los bebedores de café tienen menor probabilidad de sufrir una litiasis biliar sintomática con respecto a los no bebedores, y el riesgo disminuye a medida que se incrementa el consumo de café (78,79,80).
  • La cafeína contenida en el café parece provocar la contracción de la vesícula biliar, lo que podría prevenir en su fase inicial la agregación de los pequeños cristales presentes en la vesícula cuya acumulación les convierte en cálculos o piedras. Sin embargo, si ya hay cálculos en la vesícula, la contracción de la misma podría producir dolor (81).
  • En otros estudios no se ha llegado a establecer una relación entre consumo de café y los cálculos biliares, por lo que deberían realizarse estudios científicos adicionales para conocer con precisión la naturaleza de esta relación (82).

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Café e Hígado

Las evidencias epidemiológicas disponibles sugieren que el consumo moderado de café puede reducir el riesgo de sufrir diversas enfermedades hepáticas, como la fibrosis hepática, la cirrosis, la enfermedad del hígado graso y la hepatitis C.

  • En varias revisiones científicas se sugiere que beber café puede reducir el riesgo de desarrollar un cáncer de hígado, y dicho riesgo disminuye a medida que aumenta el nivel de consumo de café (67,68). La revisión de la IARC publicada en 2016 concluye igualmente que el consumo de café está relacionado con un menor riesgo de sufrir un cáncer de hígado (52).
  • El consumo moderado de café puede también ayudar a ralentizar el avance de las enfermedades hepáticas. Los pacientes que más café consumen han mostrado un avance más lento y benigno de la fibrosis hepática y, especialmente, de la enfermedad del hígado graso no alcohólico (83).
  • La relación entre un consumo moderado de café y la ralentización en el avance de la fibrosis se ha observado en pacientes de fibrosis hepática (84), cirrosis (85), enfermedad del hígado graso no alcohólico (89) y hepatitis C (90,91).

Se sigue investigando para establecer con precisión el mecanismo explicativo de este efecto del café, pero se piensa que la cafeína tiene un papel importante.

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EL CAFÉ Y EL EMBARAZO

Café y Gestación

En la actualidad, se recomienda a las mujeres embarazadas que reduzcan su consumo de cafeína de forma que su ingesta total diaria no supere los 200mg (92). Una taza de café normal contiene 75-100mg de cafeína. Los estudios científicos realizados no han establecido ninguna evidencia de que el consumo bajo/moderado de café suponga un mayor riesgo reproductivo o perinatal.

Los estudios que han analizado los efectos de la cafeína sobre la fertilidad se han centrado en diferentes variables como el tiempo hasta el embarazo, calidad del semen e infertilidad. Las evidencias al respecto son insuficientes y confusas por lo que no permiten ofrecer un consejo de consumo en lo referente a la fertilidad (93,94).

  • En las primeras semanas del embarazo, el consumo de cafeína suele disminuir al desencadenarse los síntomas típicos de la gestación como son náuseas, vómitos y aversión a determinados olores y sabores (95). Esta reducción en el consumo se debe probablemente al aumento de niveles hormonales propios del embarazo, y no al abandono del consumo de café porque se asocie a complicaciones reproductivas.
  • En dos grandes revisiones científicas se evaluó la relación del consumo de cafeína con la limitación del crecimiento intrauterino y el menor peso al nacer (96,97). Los resultados no son consistentes y no proporcionan evidencias sólidas de que un consumo moderado de cafeína tenga relación con complicaciones durante el embarazo.

Es difícil evaluar, con las evidencias científicas disponibles, los posibles efectos de la cafeína sobre el aborto. No hay suficientes estudios bien diseñados y que tengan en cuenta los numerosos factores de confusión que influyen en este proceso. Por tanto, no se cuenta con base científica suficiente para llegar a conclusiones en este campo.

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Actualizado a 03/05/2017.