Café y terapia nutricional frente al carcinoma hepatocelular
A Ruiz-Margain et al, Terapia nutricional frente al carcinoma hepatocelular, World Journal of Gastrointestinal Oncology, volumen 13 (10), 2021
Revisión científica – Carcinoma hepatocelular
RESUMEN:
El carcinoma hepatocelular (HCC, por sus siglas en inglés) es una de las causas principales de cáncer de hígado y suele presentarse simultáneamente con cirrosis en la mayoría de los casos. Además de los factores de riesgo sobradamente conocidos para el desarrollo del HCC – como son la infección con el virus de la hepatitis B/C, la edad y el consumo de alcohol/tabaco – hay una serie de factores de riesgo nutricionales que también influyen sobre la aparición del HCC, como pueden ser el consumo elevado de grasas saturadas procedentes de carnes rojas, el tipo de cocinado (cuando genera aminas heterocíclicas), o la contaminación de alimentos con aflatoxinas. Por el contrario, hay una serie de factores nutricionales que ejercen un efecto protector frente al HCC, como son las dietas ricas en fibras, las frutas y verduras, los ácidos grasos poliinsaturados y el café.
Cuando se evalúa a un paciente al respecto de la fase o gravedad del HCC y su posible tratamiento, debe prestarse especial atención a los aspectos nutricionales, incluyendo la realización de una evaluación nutricional adecuada y el diseño de una terapia acorde por parte de un equipo multidisciplinar. Debe tenerse en cuenta que los pacientes suelen desarrollar el HCC después de sufrir cirrosis durante un largo periodo, por lo que podrían presentar un cuadro de malnutrición severa. Deben tratarse adecuadamente las complicaciones derivadas de la cirrosis y tomarse en consideración desde el punto de vista del cuidado nutricional del paciente. Además de los métodos tradicionales, las pruebas funcionales y las tomografías computerizadas (TAC) músculo-esqueléticas son herramientas útiles para la evaluación del estado nutricional del paciente. La terapia nutricional debe centrarse en proporcionar la energía y proteínas necesarias para afrontar la mayor demanda que la cirrosis y el cáncer imponen sobre el organismo. Se recomienda suplementar la dieta con aminoácidos de cadena ramificada ya que mejoran la respuesta al tratamiento, el perfil nutricional y la supervivencia del paciente, además de recomendar el ejercicio físico adaptado a las características individuales de cada paciente.
