Mecanismos de acción
Posibles mecanismos de acción
Existen ciertas evidencias epidemiológicas que confirman la existencia de una relación inversa entre consumo de café y cáncer de hígado. Lo mismo ocurre con la fibrosis hepática y la cirrosis alcohólica. Es obvia la necesidad de definir el mecanismo biológico de actuación que explique y confirme de forma definitiva estas relaciones.
El papel de la cafeína
En 2 revisiones científicas (18,32), así como en un estudio (33) publicado en 2009, se demuestra que la cafeína, y en particular la paraxantina que es su metabolito principal, tiene la capacidad de suprimir el factor de crecimiento de tejido conectivo (CTGF) en diferentes fases de su ciclo, lo que ralentiza el crecimiento de este tipo de tejidos y, con ello, la progresión de la fibrosis hepática, de la cirrosis alcohólica y del cáncer hepático. Sin embargo, en varios estudios epidemiológicos el té no ha demostrado tener relación con este efecto positivo, lo que sugiere que el mecanismo de actuación podría no depender exclusivamente de la cafeína (a través de la paraxantina).
Otros compuestos presentes en el café
En un estudio publicado en 2010 se menciona el posible papel de otros componentes del café, como el kahweol y el cafestol, a la hora de reducir el riesgo de sufrir un cáncer de hígado (34). Existen evidencias de que estas sustancias tienen propiedades anti-carcinogénicas.
En otro estudio se analizaba el papel de los ácidos clorogénicos y del ácido cafeico presentes en el café, habiéndose demostrado la capacidad de estas sustancias, tanto in vitro como in vivo, para prevenir la replicación del virus de la hepatitis B (35).
Actualizado a 04/04/2017.