Diabetes Tipo 2

Introducción

Las evidencias científicas disponibles indican que el consumo moderado de café tiene una relación estadísticamente significativa con un menor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2. Dada la gravedad de esta enfermedad, y su creciente incidencia en la población, este posible efecto protector tiene importantes implicaciones.

La relación, que se ha comprobado documentalmente en diversas poblaciones, se observó además en todos los casos como una relación de tipo dosis respuesta, es decir, menor riesgo a mayor consumo de café. El consumo de 3-4 tazas de café diarias se asoció a una reducción del 25% en el riesgo de sufrir diabetes tipo 2 por comparación con el consumo de 0-2 tazas al día. Cada taza adicional de café (normal o descafeinado) consumida al día (hasta un máximo de 6 a 8 tazas) implicaba una reducción de un 5-10% más del riesgo de sufrir diabetes tipo 2. El consumo habitual de café se establece en 3-5 tazas diarias, de acuerdo con la revisión sobre seguridad en el consumo de cafeína de la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA).

La existencia de una relación estadísticamente significativa, y la consistencia de la misma como relación dosis respuesta, deben considerarse como indicadores de que el consumo moderado de café realmente consigue reducir la incidencia de la diabetes tipo 2. A pesar de ello, no se conoce el mecanismo explicativo de esta relación, o al menos no hay un consenso sobre la naturaleza de dicho mecanismo, aunque todo apunta a que los efectos beneficiosos del consumo de café sobre determinados indicadores de inflamación subclínica representan una explicación plausible de su capacidad protectora frente a la diabetes tipo 2. La relación entre consumo de café/cafeína y la diabetes se limita al tipo 2, no observándose para la diabetes tipo 1.

Escenario de partida

La diabetes tipo 2 es el tipo más habitual de diabetes. Normalmente se produce en adultos, aunque cada vez hay más adolescentes y niños que la sufren. La diabetes tipo 2 se produce como resultado de la combinación de una producción insuficiente de insulina y de la incapacidad del cuerpo de responder a la insulina disponible (resistencia a la insulina). El sobrepeso es una de las principales causas de la diabetes tipo 2, incluyendo también otros factores relacionados con el estilo de vida como una dieta inadecuada, el sedentarismo y el consumo excesivo de alcohol.

En 2015 se estimó que 415 millones de adultos en todo el mundo sufrían diabetes (tipo 1 y 2). Se prevé que esta cifra aumente a 642 millones en 2040 (1). En Europa, sufren diabetes unos 60 millones de personas, un 10,3% de los hombres mayores de 25 años y un 9,6% de las mujeres en ese grupo de edad (1). Se estima que en 2040 esta cifra alcanzará los 71 millones de personas (2).

En Europa, la diabetes causó 627.000 muertos en 2015. Aproximadamente un cuarto de esas muertes (26,3%) se produjo en personas menores de 60 años. Las estimaciones disponibles indican que el 9% del gasto sanitario en Europa en 2015 se debe al tratamiento de la diabetes, lo que equivale a 156.000 millones de dólares (1).

La edad es uno de los principales factores de riesgo de la diabetes tipo 2. En 2015, el 30,8% de la población europea tenía entre 50 y 79 años, y este porcentaje aumentará hasta el 35,6% en 2040 (1). En gran medida, la elevada prevalencia de la diabetes tipo 2 y de la intolerancia a la glucosa en Europa se debe al envejecimiento de la población europea. Sin embargo, debe precisarse que la diabetes afecta cada vez más a niños y adolescentes, y que las mayores tasas de aumento de la incidencia de la diabetes se dan en el grupo de edad de entre 30 y 40 años (3).

La doble epidemia de obesidad y diabetes representa el principal desafío de salud pública en el siglo XXI. Se estima que al menos la mitad de los casos de diabetes desaparecerían si se pudiera prevenir el sobrepeso en adultos (4).

Conclusiones

En numerosos estudios se ha demostrado la existencia de una relación estadísticamente significativa entre consumo de café y la reducción del riesgo de sufrir diabetes tipo 2. Dada la gravedad de esta enfermedad, y su creciente incidencia en la población, este posible efecto protector tiene importantes implicaciones. Es necesario realizar nuevas investigaciones para determinar el mecanismo de actuación que explica dichos efectos protectores.

Actualizado a 06/04/2017.