Café y presión arterial

Consumo de café y presión arterial

Aunque todavía no se conoce con precisión la naturaleza de la relación entre café y presión arterial, las evidencias disponibles sugieren que, como normal general, el consumo habitual de café (con cafeína) no aumenta el riesgo de sufrir hipertensión.

En 2008 se realizó una detallada revisión científica sobre datos de estudios transversales sugiriéndose una relación lineal inversa en forma de U entre consumo habitual de café y presión arterial en diversas poblaciones (30). Los autores sugieren que los estudios prospectivos indican la existencia de un efecto protector del consumo de café (4 o más tazas diarias) frente a la hipertensión, especialmente en mujeres. En ensayos aleatorios controlados, normalmente de corta duración (1-12 semanas), se observa que un consumo de 5 tazas de café al día puede producir un ligero aumento de la presión arterial (1-2mmHg) por comparación con los no consumidores de café o los consumidores de descafeinado.

  • En una revisión científica realizada en 2011 sobre 5 ensayos se concluyó que la administración de 200-300mg de cafeína produce un aumento de 8,1mmHg de media en la presión arterial (PA) sistólica, y de 5,7mmHg en la diastólica. El aumento de la PA se observó durante la primera hora posterior a la ingesta de cafeína y el efecto duró 3 horas. Sin embargo, en los estudios con un periodo de seguimiento de 2 semanas no se registró aumento de la BP vinculada al consumo de café. Las evidencias disponibles en la actualidad no apoyan la hipótesis de que el consumo de café tenga en el largo plazo una relación con el aumento de la PA, y tampoco que el consumo habitual de café aumente el riesgo de sufrir una ECV en personas hipertensas (31).
  • Un meta-análisis dosis respuesta, realizado sobre 152.567 participantes y registrando 37.135 incidentes de hipertensión, estableció una relación inversa en forma de J. El riesgo de hipertensión aumentaba hasta un consumo de 3 tazas de café diarias pero disminuía para consumos más elevados. Los resultados sugieren que el consumo habitual de más de 3 tazas de café al día no tiene relación con un riesgo de hipertensión mayor que el de consumidores de menos de 1 taza diaria; sin embargo, parece que el consumo de 1 a 3 tazas de café podría tener relación con un ligero aumento del riesgo (32).
  • En un gran estudio prospectivo se concluyó que ni el café (con cafeína) ni la cafeína tienen relación con el nivel medio de presión arterial sistólica o diastólica, y el café descafeinado se relacionó con una pequeña (clínicamente irrelevante) reducción de la presión arterial diastólica media. La ingesta de café (con cafeína), café descafeinado y cafeína no se relaciona con el riesgo de sufrir un accidente relacionado con la hipertensión. Los hallazgos de este estudio sugieren que  la ingesta de café (con cafeína), café descafeinado y cafeína no es un factor de riesgo en mujeres post-menopáusicas (33).
  • En un estudio realizado en 2012 se analizó la variabilidad en la respuesta al consumo de cafeína que se observa en los niveles de presión arterial de diferentes individuos. Al comparar con el efecto del consumo de descafeinado, la presión arterial aumentó significativamente con el consumo de café normal. Los autores sugieren que la variabilidad en la respuesta de la PA al consumo de café puede deberse en parte a polimorfismos genéticos de los receptores de adenosina A2A y  α2-adrenérgicos (34).

Actualizado a 23/03/2017.