Rendimiento cognitivo
Introducción
Es sobradamente conocido que el consumo de café mejora el nivel de vigilia y alerta. La mayoría de los estudios que analizan la relación entre consumo de café y rendimiento cognitivo se central en los efectos de la cafeína.
Se cuenta con evidencias muy sólidas de que el consumo moderado de cafeína mejora los niveles de alerta y atención (concentración). La Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) concluyó que hay una relación causa-efecto entre el consumo de 75mg de cafeína (una taza de café suele contener entre 75 y 100mg de cafeína) y la mejora de los niveles de atención y alerta.
La cafeína puede producir problemas para conciliar el sueño en algunas personas. Los efectos de la cafeína sobre el sueño varían enormemente de unas personas a otras, y se sabe que en parte estas diferencias se deben a factores genéticos. Hay algunos indicios que apuntan a que la abstinencia del consumo de cafeína puede mejorar el sueño, en cuanto a su calidad y el tiempo requerido para conciliarlo.
También hay evidencias de que el café y la cafeína tienen efectos beneficiosos en situaciones que requieren un mayor nivel de alerta como son los turnos de noche, la conducción de largas distancias o el jet lag.
La tecnología de mapeo cerebral ha confirmado que la cafeína no está relacionada con el circuito cerebral de la dependencia.
El cese repentino en el consumo de cafeína puede producir síntomas de síndrome de abstinencia en ciertas personas, aunque normalmente estos síntomas suelen ser muy leves o de corta duración, y se evitan si el consumo se reduce de manera más gradual.
Escenario de partida
Se sabe que la cafeína tiene un ligero efecto estimulante. El efecto positivo que el consumo de café (con cafeína) tiene sobre los niveles de atención y alerta, sobre el tiempo de reacción y sobre la capacidad de memorización, se viene estudiando desde hace años.
En 2011, la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) evaluó un volumen importante de estudios sobre los efectos de la cafeína en el rendimiento cognitivo, concluyendo que se cuenta con evidencias científicas suficientes como para afirmar que hay una relación causa efecto entre la cafeína y la mejora de los niveles de alerta y atención (1).
En una revisión científica realizada en 2016 sobre los efectos del café y la cafeína sobre la salud cerebral, se concluyó que la cafeína tiene muchos efectos beneficiosos sobre el cerebro: aumento el nivel de alerta y la sensación de bienestar, ayuda a la concentración, mejora el estado de ánimo y evita la depresión. La cafeína puede perturbar el sueño de algunas personas muy sensibles a esta sustancia, o aumentar la sensación de ansiedad en casos particulares. En ningún caso parece que la cafeína produzca dependencia, aunque nuevamente una minoría de personas puede experimentar síntomas de síndrome de abstinencia (2).
Conclusiones
La EFSA ha confirmado los sobradamente conocidos efectos beneficiosos del café (con cafeína) sobre el rendimiento cognitivo, y establece una relación causa-efecto entre el consumo de 75mg de cafeína (la cantidad que contiene aproximadamente una taza de café) y la mejora de los niveles de atención (concentración) y alerta, especialmente en situaciones con un nivel de activación bajo.
La cafeína puede mejorar la seguridad a la hora de realizar actividades nocturnas por turno de trabajo o en la conducción.
También se han documentado los efectos positivos sobre el estado de ánimo y el tiempo de reacción.
Existe una relación entre la ingesta diaria de cafeína, los problemas de sueño y la somnolencia diurna. Sin embargo, estos efectos dependen de la cantidad de cafeína consumida a lo largo de todo el día, y también del perfil genético de cada persona. Si una persona ve su sueño alterado tras consumir cafeína, se le puede aconsejar o puede decidir tomar café descafeinado como sustitutivo en la tarde.
Además, la tecnología de mapeo cerebral sugiere que los efectos fisiológicos de la cafeína no producen dependencia. Aunque algunas personas pueden tener síntomas de síndrome de abstinencia, normalmente estos síntomas suelen ser muy leves o de corta duración, y se evitan si el consumo se reduce de manera más gradual.
Actualizado a 27/04/2017.