Cánceres de pecho, ovarios y endometrio

Consumo de café y cáncer de pecho

Las investigaciones demuestran que el consumo de café no tiene relación, en general, con un aumento en el riesgo de sufrir cáncer de pecho. Los datos recogidos en mujeres pre-menopáusicas consumidoras habituales de café sugieren la existencia de un efecto protector.

  • En un meta-análisis se observó que el consumo de café estaba inversamente relacionado con el riesgo de cáncer de pecho (RR=0,94) (9).
  • Los resultados de un estudio prospectivo realizado en Francia, en el que se siguió a 67.703 mujeres durante 11 años, indicaron que no había relación entre consumo de café o cafeína y el riesgo general de sufrir cáncer de pecho (76).
  • El Informe sobre Cáncer de Pecho elaborado por el Fondo Mundial de Investigación del Cáncer (WCRF) en 2010 no menciona al café como factor de riesgo (77).
  • La revisión de la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) publicada en 2016 concluyó que los estudios disponibles indican la ausencia de relación, o en todo caso la existencia de una pequeña relación inversa, entre consumo de café y riesgo de cáncer de pecho (5).

Mujeres postmenopáusicas

Los estudios demuestran la inexistencia de relación entre consumo de café e incidencia del cáncer de pecho en mujeres postmenopáusicas.

  • Los principales estudios se basan en grandes muestras poblacionales de Francia, Italia y Suecia sometidas a seguimiento durante 6-10 años (6-8).
  • Un meta-análisis, realizado sobre 9 estudios de cohorte y 9 de casos y controles, sugiere que un aumento en el consumo diario de café de 2 tazas tiende a reducir el riesgo de sufrir cáncer de pecho (78). Sin embargo, aunque la relación entre consumo de café y menor riesgo de cáncer de pecho llegaba a ser significativa en Estados Unidos y Europa, no resultaba serlo en Asia. Ello puede deberse al tamaño limitado de la muestra de estudio en Asia. Finalmente, el consumo de café tampoco mostró relación con cambios en el riesgo de sufrir enfermedades benignas de pecho que desemboquen posteriormente en el desarrollo de un cáncer de pecho.
  • Además, un gran estudio holandés no detectó ninguna relación entre riesgo de cáncer de pecho y consumo de café para cualquier nivel de consumo, y tampoco en función del estilo de vida o el índice de masa corporal (IMC) (79).
  • En un estudio sueco realizado sobre 5.929 mujeres (2.818 casos y 3.111 controles) se demostró la existencia de un riesgo significativamente menor de sufrir cáncer de pecho no hormonal en grandes bebedoras de café (más de 5 tazas de café al día) por comparación con las que bebían menos de 1 taza diaria (80).
  • Otros dos meta-análisis se publicaron en 2013 (81,82). En uno de ellos se sugiere que la ingesta de café/cafeína puede tener una débil relación con el riesgo de cáncer de pecho en mujeres postmenopáusicas (59.018 casos de cáncer, 966.263 participantes) (81). En el segundo estudio (49.497 casos) se concluyó que el aumento en la ingesta de café no está relacionado con una reducción significativa en el riesgo de sufrir cáncer de pecho, pero se indicó la existencia de una relación inversa en casos no estrógeno-receptivos (82).

Mujeres premenopáusicas

En mujeres premenopáusicas, el consume habitual de café (4 tazas diarias) se ha relacionado con una reducción del 38% en el riesgo de sufrir cáncer de pecho (RR=0,62) (6).

  • En mujeres premenopáusicas con las mutaciones BRCA1 y BRCA2, un estudio de 2006 indica que el riesgo de sufrir cáncer de pecho se reduce en un 25-70% con un consumo diario de café de 4 a 6 tazas diarias, por comparación con las no bebedoras de café. Dichos beneficios se limitan al consumo de café normal (con cafeína) y no se observan con el descafeinado (83). Mientras tanto, un estudio de 2013 sugirió una importante relación significativa entre consumo de café y riesgo de cáncer de pecho en mujeres con la mutación BRCA1 (81).
  • El riesgo de cáncer de pecho también depende del gen CYP1A2, habiéndose estudiado la relación entre consumo de café y los polimorfismos A y C de este gen. Las mujeres que portaban al menos un alelo C (AC o CC), y consumían café, mostraron un riesgo un 64% inferior que las no bebedoras de café en el riesgo de sufrir cáncer de pecho. El café no mostró tener efectos sobre mujeres con el genotipo AA (84).

Parece evidente que es necesario realizar estudios científicos adicionales para establecer con claridad la naturaleza de esta relación, integrando la variabilidad genética individual al evaluar las relaciones entre cualquier elemento de la dieta y la enfermedad.

Consumo de café y cáncer de ovarios

El cáncer de ovarios es el quinto tipo de cáncer más habitual y mortal de los sufridos por mujeres en Europa (2). Las investigaciones realizadas hasta la fecha no muestran relación entre consumo de café y riesgo de cáncer de ovarios.

  • En un meta-análisis, realizado sobre 8 estudios de casos y controles bien diseñados y otros 3 estudios prospectivos de cohorte, se estableció que el consumo de café no tiene influencia sobre el desarrollo del cáncer de ovarios (85).
  • En un meta-análisis realizado en 2012, basado en los datos de mujeres que participaron en el Estudio Prospectivo Europeo sobre Nutrición y Cáncer (EPIC, por sus siglas en inglés), se concluyó igualmente que no hay pruebas que apoyen la relación entre consumo de café y té y el riesgo de cáncer de ovarios (86).
  • El Informe sobre Cáncer de Ovarios del Fondo Mundial de Investigación del Cáncer (WCRF) publicado en 2014 recogió el café en el epígrafe “Evidencias Limitadas – No Concluyentes” (87).
  • La revisión de la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer realizada en 2016 concluye que no hay evidencias que indiquen la existencia de una relación entre consumo de café y cáncer de ovarios (5).

Consumo de café y cáncer de endometrio

La mayoría de datos disponibles indican que el consumo de café tiene relación con un menor riesgo de sufrir cáncer de endometrio. La revisión de la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer realizada en 2016 recogió evidencias de que el consumo de café puede reducir el riesgo de desarrollo de un cáncer de endometrio.

  • Un meta-análisis, realizado sobre 2 estudios de cohorte (201 casos) y 7 estudios de casos y controles (2.409 casos), demuestra que las consumidoras de café tienen un riesgo un 20% inferior que las no bebedoras de desarrollar un cáncer de endometrio (RR=0,80), aunque se observó heterogeneidad entre los estudios (88). Comparando con las no bebedoras de café, las consumidoras de nivel bajo y medio (1-4 tazas diarias) mostraron un riesgo un 13% inferior (RR=0,87) de sufrir cáncer de endometrio, mientras que las bebedoras de 4 tazas diarias o más veían su riesgo reducido en un 36% (RR=0,64). El riesgo se reducía en un 7% por cada taza adicional de café consumida al día. Estos datos sugieren que hay una relación inversa entre café y cáncer de endometrio, aunque no se conocen las causas explicativas de la misma.
  • En tres estudios posteriores, no incluidos en el meta-análisis anterior, se concluyó que existía una relación dosis-respuesta entre consumo de café y riesgo de cáncer de endometrio. En mujeres de EE UU, las que consumían más de 2 tazas de café al día veían su riesgo de sufrir cáncer de endometrio reducido entre un 29 y 35% con respecto a las no consumidoras de café (89,90). Las mujeres suecas con sobrepeso que consumían café también vieron su riesgo de sufrir cáncer de endometrio reducido (91).
  • En otro meta-análisis se observó una reducción del 26% en el riesgo de sufrir cáncer de endometrio entre las bebedoras de café con respecto a las no bebedoras. Las grandes consumidoras de café veían su riesgo reducido en hasta un 30% (9).
  • Un meta-análisis de 2012, que incluyó 6.628 casos de cáncer de endometrio, sugiere que una mayor ingesta de café reduce el riesgo de sufrir cáncer de endometrio. Esta relación se observa de manera consistente tanto en estudios de cohorte como de casos y controles (92).
  • Finalmente, un meta-análisis publicado en 2015 corrobora las evidencias existentes de que la ingesta de café y cafeína puede reducir significativamente la incidencia del cáncer de endometrio. Esta relación mostró ser más intensa en mujeres que nunca se habían sometido a tratamiento hormonal y en aquellas con un IMC>25kg/m2 (93). En un segundo meta-análisis de 2015 se sugiere una relación débil pero los autores reconocen que en algunos de los estudios prospectivos incluidos pueden haberse publicado de manera selectiva solamente una parte de los resultados (94).
  • El Informe sobre Cáncer de Endometrio del Fondo Mundial de Investigación del Cáncer (WCRF) publicado en 2013 recogió el café como posible reductor del riesgo de sufrirlo, y menciona que el efecto se observa tanto para el café normal como para el descafeinado, sin que pueda atribuirse este efecto a la cafeína exclusivamente (95).
  • La revisión de la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer realizada en 2016 concluye que las evidencias científicas demuestran la existencia de una relación inversa entre consumo de café y riesgo de cáncer de endometrio (5).

Actualizado a 15/03/2017